Mis carpetas

No sé los niños de hoy en día, que pierden la virginidad antes de quitarse el chupete, pero en mi época de estudiante una de las cosas mas importantes, mucho más que el largo de la falda o de aprender las inecuaciones, era las chuminadas que colocabas en las portadas de la carpeta.

Durante mis dos primeros años de instituto, época de lios y algo de desmadre, la cosa estaba clara…fotos de los tios del momento recortadas de la SuperPop…macizotes a mil y medio en bolas, frases al estilo de : «Las niñas buenas van al cielo, y las malas a todas partes» y demás cosillas similares.
Pasado ese tiempo, (gracias a Dios maduré algo y las neuronas se me reproducieron) tuve mi época más «rojilla». No recuerdo cómo, me puse en contacto con un tio que llevaba una asociación medio clandestina y me proporcionaba pegatinas muy muy chulas con mensajes bastante contundentes. Todavía recuerdo una que me encantaba (la tendré guardada por algún cajón?) era blanca y negra, salía un tio de pecho para arriba con un pasamontañas y con el siguiente mensaje: «el fascismo no desaparece si no se le combate»…Por aquellos entonces mi carpeta era la leche por no hablar de mi bolso marrón de ante y el pin de la hoz y el martillo que llevaba…como os digo, mi época más rojilla.

Luego, la cosa empezó a tranquilizarse un poco, y la tranquilidad llegó también a mi carpeta. Durante muuuuuucho tiempo me acompañó una foto de Mission Hispana (grupo que ahora se definirìa como música mestiza o vete tu a saber, lo mismo pop y todo) y sobre todo uno de los componentes del grupo por el que sentía autentica devoción (eso sí, física). Ésto creo que fue en 3º de BUP.

En COU y los primeros años de universidad, creo que fue la época en la que mas me ha gustado mi carpeta. Una cara era cambiable y por ella pasaron fotos de diferentes grupos de música, aunque la que mas me gustaba con diferencia era una de TLC en la que salian las tres con unos pantalones anchísimos y muy rotos por todos lados. La otra cara de la carpeta siempre estaba igual y me acompañó durante mucho tiempo, como unos 4 años. En esa cara tenía redactado en un folio blanco el discurso de Martin Luther King «Tengo un sueño». No sé por qué, pero le tengo un especial cariño a ese discurso. Lo leí siendo muy chica y me impresionó, a dia de hoy, todavía cuando lo releo siento algo especial. En ese momento tuve que decidir si quería poner algo sobre Martin Luther King o Malcom X, los Panteras Negras y todas esas movidas. Me decidí por él, por el caracter conciliador y mucho menos violento que el de los Panteras Negras.

Como tres años antes de terminar la carrera, quité las fotos de los grupos de música, quité el discurso y dejé la carpeta pelada, sin fotos, sin imagenes y sin nada. Era la viva imagen de su dueña, simple, quemada, harta de apuntes y de clases. Esa fue mi ultima carpeta y es la que recuerdo con más cariño.

Aquí pongo el video del discurso pronunciado por Martin Luther King el 28 de agosto de 1963 desde las escalinatas del Monumento a Lincoln durante la Marcha en Washington por el trabajo y la libertad.